La
respuesta ante esta pregunta es como la mayoría de preguntas que aparecen en el
trascurso de la vida, depende del punto de vista desde el que se mire. Dejando
a un lado la cuestión cultural sobre el amor… La mayoría de personas están
completamente seguras de saber lo que es el amor.
Indudablemente
el amor es tan complejo como lo es la mente humana, podemos encontrar desde
definiciones que aseguran que es la amistad elevada al máximo exponente hasta
aquellas que lo describen como una experiencia única en la vida y que no todas
las personas la llegan a vivir. Pasando claro, por los diferentes tipos de amor
que pueden variar tanto en cantidad de componentes como en la calidad de la
relación… incluso con la misma palabra “amor” se bautiza tanto a la locura
transitoria como a la medicina que todo lo cura. Lo cierto es que no
existe definición científica para el fenómeno complejo del amor que se da en la
raza humana.
Quizás la típica pregunta que da título a
este artículo y que seguro todos nos hemos hecho alguna vez debería estar mejor
formulada,
¿hay que mirar el amor siempre bajo el mismo punto de vista?
El
amor al igual que cualquier otro proceso nace, evoluciona y ¿muere? Si dos
personas se enamoran y comienzan una relación sana, en la que no hay agentes
externos (ya sean personas o hechos) /internos (discusiones, choque de
valores…) que cambien la valencia amorosa de la relación, o si existen dichos
agentes pero la pareja apuesta e intenta solucionarlos, el amor
evoluciona pero…evoluciona hasta ¿morir? ¿Por qué hay amores que duran
toda la vida? o…ese es ¿un concepto anticuado? Hay personas que hablan y
hablan del amor, se proclaman conocedoras de todos los tipos de amor y aseguran
que la magia se acaba… ¡¡Se acabó el amor de tanto usarlo!! Otros sin embargo,
aman a la misma persona durante toda la vida y cada día la desean más.
Si a todos no nos ha ocurrido, seguro sí conocemos
algún caso cercano. Parejas que se adora pero que cuando llevan un par de años,
una de las partes deja de “sentir lo mismo”; también puede que los miembros de
una pareja conozcan a otras personas “especiales” por las que se siente una
gran atracción y que hacen replantear una relación de pareja consolidada;
incluso personas que les ha pasado lo anterior varias veces y creen que ellas
pueden ser el problema...y a pesar de no querer dejar a su pareja comienza a reconsiderar
su relación con preguntas del tipo: ¿Ya no estoy enamorado?, ¿Será que
no es la persona de mi vida sino no me atraerían otras u otra en particular?,
¿Me estoy volviendo a enamorar?, ¿Se puede estar enamorado de dos personas?,
¿Por qué no dejo de encontrar personas especiales si sólo quiero estar con mi
pareja, ¿Va a ocurrirme esto con todas mis parejas?...
¿Qué es lo que determina que una persona
decida continuar con la antigua relación o comenzar con la nueva? Sus propios objetivos y valores
personales.
Si
bien cada uno tiene una opinión sobre el amor, de acuerdo con Elaine
Hartfiel, existen dos tipos básicos de amor:
- El amor apasionado caracterizado por emociones fuertes, que se alimenta de deseo sexual y de la preocupación intensa hacia el ser amado. Su aparición suele ser rápida e inevitable pero su ardor disminuye con el tiempo.
- El amor de compañerismo es más suave y estable caracterizado por sentimientos de confianza mutua, dependencia y cariño. Suele durar y hacerse más profundo con el tiempo.
“El
mejor tipo de amor es aquel que despierta el alma y nos hace aspirar a más, nos
enciende el corazón y nos trae paz a la mente”.
El diario de Noa. Nick Cassavetes, 2004.
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